Hace 26 años se empezó a escribir la historia de participación ciudadana de Luz Marina Martínez, de Ibagué, quien hace parte del consejo comunal de planeación de la comuna 8. Al inicio de este proceso, los habitantes de esta comuna no eran reconocidos. Esto no podía seguir de esta forma, así que decidieron organizarse e hicieron una cualificación de liderazgo entre todos los grupos poblacionales que conforman esta diversa comuna, como lo son: las mujeres, los jóvenes, las juntas de acción comunal, los comerciantes, la comunidad educativa, los adultos mayores, los desplazados, los reubicados de diversas tragedias como la avalancha de Armero, y los reinsertados de distintos grupos al margen de la ley (como el Carlos Pizarro, el M19, las FARC o las AUC).
Gracias a esta gestión, generaron varias escuelas de liderazgo, las cuales les brindaron más herramientas y conocimiento para la planificación, ejecución y materialización de planes, así como para la gerencia colegiada. Estas acciones les permitieron tener una incidencia en el desarrollo de la ciudad. Con el tiempo, y gracias a los resultados de la gestión realizada en la comuna 8, otras comunas, como la comuna 6 y la comuna 7, se aliaron, participando en el acuerdo del sistema municipal de planeación y presupuesto participativo.
Para Luz Marina, ser líder de este proceso es un motivo importante, pues ella es la única sobreviviente del proceso inicial que comenzó hace 26 años. A través de sus años de experiencia, trata de orientar a las nuevas generaciones sobre la renovación del liderazgo, jugando un papel importante en la dirección y la vigencia del proceso. Luz también ha tenido un crecimiento personal destacable a la par del desarrollo del proyecto. Nos cuenta que, cuando inició el proceso, tenía solamente la primaria. Hoy en día tiene dos carreras profesionales que dedica al territorio: Trabajo Social y Administración Pública.
Entre los reconocimientos de Luz se encuentran haber sido veedora ciudadana; haber participado en la fundación de la asociación de juntas, siendo también conciliadora con méritos ante el Ministerio del Interior; haber sido reconocida por el consejo municipal durante cinco momentos; y haber adquirido conocimiento con más de 15 diplomados.
El mensaje que Luz Marina le da a la población es que entiendan que las organizaciones de este tipo son para servirle al pueblo y que, a través de la organización comunal, se obtienen los mejores productos para el servicio de la gente. A las juntas de acción comunal les extiende un llamado para fortalecerse y no olvidarse de su filosofía, teniendo claro que su función es sacar adelante planes de desarrollo con proyectos que atiendan las necesidades de su población. Además, invita a Tolipaz a seguir con su labor, fortaleciéndose y haciendo uso de los reconocimientos que su representante ha sabido obtener.